Como ya os contaba la semana pasada, la vuelta al cole había costado un poquito. Menos mal que después del jueves llega el esperado viernes y a partir de ese momento, todo es el doble de fácil!
Este finde me quedaba en Barcelona. En algún post, así de refilón, ya os había contado que soy gipuzkoana. Gipuzkoa me vio dar mis primeros pasos y me enseñó a apreciar su belleza. Disfruté de sus montañas y del mar cantábrico, mi querido cantábrico.
Jamás pensé que diría esto pero, la verdad es que también me considero un pelín navarrica. Pamplona ha sido mi ciudad de acogida durante unos cuantos años y de allí guardo muy buenos recuerdos, muy buenos momentos vividos, grandes amigos y el comienzo de mi historia de amor, mi gran amor. Sí, soy una cursi, lo sé :)
En fin, que todo esto venía a que ahora vivo en Barcelona. Y la vida en Barcelona vista desde un prisma diferente, desde el de una chica gipuzkoana con un poquito de esencia de Pamplona, solo un poquito jaja, seguro que difiere del de una persona que ha vivido siempre aquí.
Una de las cosas que me llamó la atención cuando llegué, fueron las características gafas grandes de pasta que llevaban mis compañeras de curro. Esas gafas las había visto en la gente más modernita y atrevida, pero aquí en Barcelona las llevaba todo el mundo. A mí me encantan. Seguramente, cuando me toque cambiar de montura, me decantaré por una de éstas!!.
Ya os iré contando más cositas de Barcelona. Hoy, por el momento, quería hablaros de la cantidad de mercadillos, itinerantes o permanentes, que se celebran en Barcelona al aire libre, en cualquier época del año.
El más conocido es el mercado de "Els Encants". Es muy curioso de ver y os lo recomendaría, porque puedes encontrar desde un vestido retro, un cuadro super vistoso ( el cuadro de la chica del vestido turquesa en París, de la portada del blog, lo compré allí), hasta un vinilo de Elvis Presley.
En el mercado de Els Encants, mi amiga Yara y yo, descubrimos las gafas de sol de montura de madera. Las llamadas "Palens", hechas a mano, que nacieron en un garaje de Bcn, fruto de la idea de dos amigos.
Ayer estuve en un mercadillo de artesanía y ropa de segunda mano que se hacía en el Convent de Sant Agustí. La estampa no podía ser más bonita. Vestidos, bolsos y sombreros entre los arcos apuntados del claustro gótico. Dos formas de arte (arquitectura y diseño) compartiendo espacio :)
Me encanta visitar estos mercados porque siempre tienen cosas diferentes, creativas, únicas. Y en esta ocasión no podía ser de otra manera. Me hice con este bolso que os enseño. El azul en contraste con el rosa palo, lo sofisticado de las plumas...No me digáis que no es chulísimo!! Además no hay nadie en el globo terráqueo con el mismo bolso. La artesana me dijo que no había hecho más que este bolso con este diseño y en estos materiales. La verdad es que merece la pena visitar estos mercados de artesanía porque puedes hacerte con una pieza exclusiva, hecha a mano, a casi el mismo precio al que puedes encontrar piezas repetitivas y monótonas, que todo el mundo lleva.
También en otro puesto me compré estos pendientes, a juego con esta pulsera que os enseño. Me parecieron originales. ¿No os recuerdan al costurero de nuestras abuelas? La pulsera es una cremallera y los pendientes tranquilamente podrían pasar por botones. Son de piel y el tono pastel me pareció muy dulce.
Jolin, aún no os he hablado de los mercadillos vintage del barrio del Raval. Pero esto lo dejo para otro post porque con el vintage, que me encanta, podría pasarme horas.
Que tengáis una buena semana!! Muak
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario!