16 de abril, esa es la fecha de mi último post. Ahora pondría un icono de esos de carita boquiabierta, para acentuar mi sorpresa y asombro.
Como pasan los meses sin darme cuenta. No pensaba que hacía tanto que no me pasaba por aquí. Pero esta bien, hay veces en las que el cuerpo te pide otras cosas, y esa, básicamente, ha sido la razón por la que no he actualizado el blog. Ahora, quizás porque en el trabajo voy más tranquila y porque afuera en la calle hace un calor de aupa, me apetecía pasarme, tomar contacto, escribiros.
Lo que ocurre es que no tengo fotos. Así que voy a tirar de archivo. Os pongo un vestido más bien de entretiempo. Aunque en Pamplona, yo suelo tirar mucho de él, también en los días frescos de verano. Estas fotos son de la despedida de soltera de mi hermana. Qué bien lo pasamos en esa casa rural ehhh cuadri. Por muchas más!
Bueno vamos a lo que toca, el vestido.
El corte es favorecedor. Las tablas hacen que la falda plisada tenga volumen y movimiento, acentuado aún más por el lazo ceñido a la cintura. El cuerpo a modo de blusa de manga larga, gana originalidad con su cuello redondeado. Aunque en las fotos no se aprecia, el cuello también se ata a través de una lazada. ¿Qué os parecen estos tipos de cuellos? A mí me encantan. Dan ese aire romántico que tanto me gusta.
Por el color, podríamos decir que el vestido es más propio del otoño, donde se mezclan esos tonos hoja cobrizos y anaranjados que tan bien sientan.
El estampado es de flores. Que levante la mano quien no tenga flores en su vestuario diario!!! Se llevan siempre. Lo alegres y femeninas que resultan en cualquier prenda.
Pues esto ha sido todo por hoy. Que paséis una estupenda semana!
Vestido: Kling
Sandalias: Porronet




